facebook pixelEl autoclave como pieza central de la podología | SteriHero
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¿Qué es un autoclave y por qué es indispensable en podología?

La esterilización del instrumental desempeña un papel crucial en podología para garantizar la seguridad del paciente y prevenir infecciones. Un autoclave para podología es un dispositivo indispensable que elimina de forma fiable todos los microorganismos -incluidas bacterias, virus y hongos- mediante la esterilización por vapor con calor y presión.

Mientras que la limpieza y la desinfección ya reducen los gérmenes, sólo la esterilización por vapor en un auto clave consigue la esterilidad completa. Esto es especialmente importante para aplicaciones críticas como el tratamiento de heridas abiertas o el tratamiento de pies diabéticos, donde hasta el más mínimo residuo de gérmenes puede causar infecciones graves.

Ventajas de un autoclave en podología

Un autoclave moderno ofrece a los podólogos numerosas ventajas que van más allá de la higiene:

  1. Cumplimiento de los requisitos legales: Las directrices del Instituto Robert Koch (RKI ) estipulan una esterilización adecuada del instrumental médico: un autoclave para consultas de podología cumple estos requisitos de forma fiable.

  2. Máxima protección contra infecciones: la descontaminación completa del instrumental protege tanto a los pacientes como al equipo de la consulta.

  3. Flujo de trabajo eficiente en la consulta: En comparación con otros métodos de esterilización, un autoclave garantiza que los instrumentos vuelvan a estar disponibles rápidamente, lo que optimiza los procesos de trabajo en la podología.

Sin embargo, no todos los autoclaves para instalaciones médicas son automáticamente adecuados para la podología. Son especialmente importantes:

  • Autoclaves certificados de clase B o S según EN 13060 para una máxima seguridad de esterilización adaptada a su volumen de instrumental

  • Aparatos compactos pero potentes que pueden integrarse en la rutina diaria de la consulta

  • Ciclos rápidos para un reprocesamiento eficaz del instrumental sin tiempos de pausa

  • Servicio integral de mantenimiento y validación para garantizar un proceso fluido sin tiempos de inactividad en la consulta de podología

Un autoclave de alta calidad para consultas de podología no sólo garantiza la seguridad, sino que también contribuye a la imagen profesional de la consulta, ya que un alto nivel de higiene refuerza la confianza de los pacientes. Obtenga más información sobre la elección correcta del autoclave en el siguiente artículo del blog.

Clasificación del riesgo de los instrumentos: Bases para la elección del autoclave

La elección del autoclave adecuado para una consulta de podología depende en gran medida de la clasificación de riesgo del instrumental utilizado. Esta clasificación la determina el operador de la consulta basándose en el diseño y el uso en el paciente y forma parte del plan de higiene. Una clasificación correcta no sólo garantiza la seguridad del paciente, sino también el cumplimiento de la normativa legal y un reprocesamiento eficaz del instrumental.

1. preclasificación según el ámbito de aplicación

Los instrumentos se clasifican inicialmente según su área de aplicación:

  • Instrumentos no críticos: Sólo tocan piel intacta. Estos instrumentos presentan un bajo riesgo de infección.

  • Instrumentos semicríticos: Entran en contacto con mucosas o piel patológicamente alterada. En este caso, el riesgo de infección es medio.

  • Instrumentos críticos: Penetran en la piel o las mucosas o entran en contacto con sangre, tejidos u órganos internos. Estos instrumentos presentan el mayor riesgo de infección y requieren los requisitos de reprocesamiento más estrictos.

2. reclasificación según el diseño del instrumento

Además de la clasificación en función de la aplicación, también se tiene en cuenta el diseño de los instrumentos. El sufijo A, B o C representa las siguientes propiedades:

  • A: Sin cavidades ni zonas de difícil acceso. Estos instrumentos rígidos no tienen mayores requisitos de reprocesamiento.

  • B: Tienen cavidades o zonas de difícil acceso, por ejemplo, las superficies rugosas de las fresas o las articulaciones de las pinzas. En estos casos, es necesaria una evacuación selectiva del aire antes de que pueda tener lugar una esterilización eficaz.

  • C: Instrumentos complejos con cavidades que no pueden esterilizarse con vapor. Como estos instrumentos no son termoestables, no se utilizan en podología.

Esterilización en podología: el ciclo de reprocesamiento correcto

La esterilización se basa siempre en la clasificación de riesgos. Como a menudo es difícil evaluar si la piel está patológicamente alterada o no antes del tratamiento, los instrumentos no críticos y semicríticos se tratan de la misma manera. Por lo tanto, los instrumentos semicríticos deben limpiarse y desinfectarse primero en un desinfectador térmico, por ejemplo. A continuación, pueden liberarse directamente o esterilizarse sin embalaje. Los instrumentos críticos, por su parte, también se someten a una limpieza y desinfección exhaustivas, pero deben esterilizarse envueltos para garantizar su esterilidad a largo plazo. Dependiendo del diseño del instrumento, se utiliza un autoclave de clase B o de clase S. En la siguiente sección podrá averiguar qué autoclave le ofrece la mejor solución.

Clase B o Clase S: ¿Qué autoclave es el adecuado para la podología?

Los requisitos de un autoclave dependen del instrumental utilizado y de los requisitos legales. En podología, existen dos clases principales:

  • Autoclaves de clase B: Estos aparatos son adecuados para todo tipo de instrumental, incluidos los instrumentos envueltos y sin envolver con cavidades. Utilizan el proceso de vacío fraccionado para garantizar una desgasificación y esterilización completas.

  • Autoclaves de clase S: Una buena opción para instrumentos menos complejos sin cuerpos huecos complicados. Estos aparatos suelen ser menos caros, pero ofrecen menos flexibilidad para esterilizar instrumentos complejos. No obstante, los autoclaves modernos de clase S también pueden esterilizar de forma fiable las articulaciones y bisagras de pinzas y tijeras.

Para las consultas de podología que también utilizan instrumentos clasificados como críticos, los autoclaves de clase B suelen ser la mejor opción en vista de los crecientes requisitos legales, debido a su versatilidad y fiabilidad.

Un ejemplo de este tipo de autoclave es el SteriHero Podo 18, especialmente diseñado para cumplir los requisitos de la podología. Con una capacidad de carga de hasta 5 kg, tiempos de ciclo rápidos y un manejo intuitivo, garantiza una práctica diaria sin problemas.

Conclusión: invertir en seguridad y eficiencia

Un autoclave de alto rendimiento es la clave para alcanzar los más altos niveles de higiene en su consulta de podología. Si elige el dispositivo adecuado y aplica sistemáticamente las especificaciones de esterilización, podrá proteger a sus pacientes, aumentar la eficacia y cumplir los requisitos legales al mismo tiempo.

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